Damián Noguerón López Calabardina, 29/06/2024
«Todo comenzará con un terrible invierno, soplando desde el lejano norte. Aegon vio una oscuridad absoluta cabalgando esos vientos, y lo que habita en ellos destruirá el mundo de los vivos. Cuando llegue este gran invierno, Rhaenyra, todo Poniente debe unirse contra él. Y, si el mundo de los hombres ha de sobrevivir, un Targaryen debe estar sentado en el Trono de Hierro. Un rey o una reina lo suficientemente fuerte como para unir el mundo contra el frío y la oscuridad.»
Quién diría que la profecía de Aegon el Conquistador, de la novela de fantasía de
George R. R. Martin, «Sangre y Fuego», estuviera más cerca de la realidad de lo que parece. Igual los dragones no, pero las guerras (que ya las tenemos) y un muro de hielo, sí, y no muy lejos, quizás por Bélgica.
Las consecuencias del cambio global vuelven la fantasía una cruel realidad: La Circulación de vuelco meridional del Atlántico (AMOC, en inglés) es la corriente termohalina responsable de la redistribución energética en esta parte del globo que evita que Europa occidental se congele, se está muriendo. No es algo nuevo, llevamos más de 20 años viendo cómo la palma, actualmente es un 15% más débil que hace 150 años (1), y el IPCC ( El Grupo Intergubernamental de
Expertos sobre el Cambio Climático, la autoridad científica de la ONU en la materia) le ha fechado el entierro para el próximo siglo (2). No obstante, un estudio reciente nos están adelantando el velorio para, ni más ni menos, la década próxima (3), y lo más triste es que parece ser que a raíz de un cambio de normativa internacional sobre combustibles del transporte marítimo con el que se pretendía reducir los óxidos de azufre del 3'5% al 0'5% , hemos terminado reduciendo drásticamente una serie de aerosoles derivados que dispersaban la radiación solar, acentuando hasta en un 80% el aumento térmico propio del cambio climático antropogénico que ya veníamos manejando, metiéndose turbo al calentamiento del Atlántico norte (dónde más barcos se paseaban (4).
¿Debe el lector reabastecer sus reservas de papel higiénico? No, winter is coming, pero aún no. Aunque la debilitación o colapso de la AMOC parece inevitable en el próximo siglo, sus consecuencias en Europa, según el modelo más reciente, producirían un enfriamiento de hasta 3ºC por década, una cifra 15 veces mayor al calentamiento global actual de 0'2ºC (3), por lo que tardaría varias décadas más en transformarse en una calamidad continental; además, este modelo no mete a la península Ibérica en el foco del evento. Sin embargo, el colapso de una corriente termohalina implicaría inmensos desajustes en otras partes del mundo, seguramente afectaría considerablemente al régimen de precipitaciones del Amazonas, y produciría una cadena de acontecimientos dificilmente predecibles con las técnicas actuales.
Por otra parte, mientras Europa se congela, el resto del mundo seguirá calentándose. Recordemos que el IPCC el año pasado estableció el aumento de temperatura global a final de siglo será sí o sí superior a 1'5ºC y menor a 2ºC siempre y cuando un rey o una reina Targaryan o en su defecto, los gobiernos se pongan las pilas, y se descarbonicen para 2050 (5), así que posiblemente tengamos un escenario bastante peor. Con el aumento actual de 0'2ºC ya vemos las consecuencias : entre Mayo y Septiembre del 2022 , murieron en España por golpes de calor 11300 personas, y unas 62000 en el resto de Europa (6). Un estudio reciente de la NASA, han estimado que la temperatura de bulbo húmedo más alta a la que los humanos pueden sobrevivir son los 35ºC durante seis horas seguidas, por encima de esta temperatura al sudor le cuesta mucho evaporarse porque el aire se encuentra saturado en humedad, por lo tanto el cuerpo
humano no logra refrigerarse. Con los modelos climáticos actuales, encontraremos estas temperaturas en zonas tan poco pobladas como el Sur de Asia, el Golfo Pérsico y el Mar Rojo hacia el año 2050 , y el Este de China, partes del sudeste asiático y Brasil 20 años después (7).
No van a haber dragones, pero casi.
1- Caesar, L., Rahmstorf, S., Robinson, A. et al. Observed fingerprint of a weakening Atlantic
Ocean overturning circulation. Nature 556, 191–196 (2018). https://doi.org/10.1038/s41586-018-
0006-5.
2- IPCC. (2021). Climate change 2021: The physical science basis. In V. Masson-Delmotte, P. Zhai,
A. Pirani, S. L. Connors, C. Péan, S. Berger, N. Caud, Y. Chen, L. Goldfarb, M. I. Gomis, M.
Huang, K. Leitzell, E. Lonnoy, J. B. R. Matthews, T. K. Maycock, T. Waterfield, O. Yelekçi, R. Yu,
& B. Zhou (Eds.), Chapter 9: Ocean, cryosphere, and sea level change. Cambridge University
3- René M. van Westen et al.,Physics-based early warning signal shows that AMOC is on tipping
course.Sci. Adv.10,eadk1189(2024).DOI:10.1126/sciadv.adk1189.
4-Yuan, T., Song, H., Oreopoulos, L. et al. Abrupt reduction in shipping emission as an inadvertent
geoengineering termination shock produces substantial radiative warming.Commun Earth Environ5,
281 (2024). https://doi.org/10.1038/s43247-024-01442-3.
5-IPCC, 2023: Summary for Policymakers. In: Climate Change 2023: Synthesis Report.
Contribution of Working Groups I, II and III to the Sixth Assessment Report of the
Intergovernmental Panel on Climate Change [Core Writing Team, H. Lee and J. Romero (eds.)].
IPCC, Geneva, Switzerland, pp. 1-34, doi: 10.59327/IPCC/AR6-9789291691647.001
6-Ballester, J., Quijal-Zamorano, M., Méndez Turrubiates, R.F. et al. Heat-related mortality in
Europe during the summer of 2022. Nat Med 29, 1857–1866 (2023).
7-NASA Science Editorial Team. Too Hot to Handle: How Climate Change May Make Some Places
Too Hot to Live (2022). https://science.nasa.gov/earth/climate-change/too-hot-to-handle-howclimate-
change-may-make-some-places-too-hot-to-live/#hds-sidebar-nav-
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